jueves, 16 de marzo de 2017

El taller bonito versus el taller práctico

Hoy me gustaría hacer una entrada de opinión, ya sabéis que muchas veces me gusta escribir sobre lo que veo y me choca, quizás porque pienso o veo el mundo de otra manera. Así que en esta ocasión me gustaría hablar sobre si un taller, una scraproom, una maleta o estuche de herramientas deben ser bonitos o deben ser prácticos.


La clave de todo esto es que parece que en el mundo en que vivimos solo la imagen y la fachada cuentan, y debe ser todo bonito e impecable para ser aceptable, antes que útil o práctico. Y para mí es ciertamente absurdo.

Las personas que han hecho manualidades toda la vida o que son artesanos, o artistas lo entenderán, porque crean en espacios que acaban siendo un caos, se manchan, se ensucian, caen desperdicios en la mesa y el suelo, se ensucian las herramientas, se desordena todo, y no pasa nada. Durante el periodo que dure un proyecto o creación, el taller puede estar hecho un desastre, y no pasa nada, porque lo importante no es que el taller sea bonito, sino que la creación llegue a buen puerto y que no se pierda la inspiración.

Pero por otra parte, hay un mundo de postureo, y esto no es solo en el mundo del arte y las manuadidades, sino que atañe a todos los ámbitos en los que se crean habitaciones dedicadas a una afición, y parece que lo importante es tener la habitación más bonita y mejor ordenada, cómo aquellas madres que les regalan un juguete a sus hijos y les dicen "pero no se toca, que se rompe", otro absurdo. Un taller es para usarlo y para disfrutarlo.

Recuerdo un vídeo que vi de una chavala, que de pronto se da cuenta de que en una parte de la scraproom había virutas de cinta de doble cara y otros restos, no se había dado cuenta y no los había recogido, y se sentía un poco avergonzada, pero es que eso es lo normal, porque tu taller es bonito, pero lo estás usando,  no es de adorno.

Afortunadamente hoy en día tenemos sitios como Ikea, que nos permiten tener una habitación bonita para nuestra afición, pero también práctica y organizada, disponiendo de todo tipo de muebles y almacenaje y accesorios para colgar las herramientas. Por lo que una cosa no quita la otra, puede ser bonito y útil.

Lo único de que me quejo es de que haya personas que pataleen porque un taller, o cualquier sitio donde guardes tus herramientas no es suficientemente bonito. El lugar donde trabaja un herrero no es bonito, hay restos de metal, hay óxido, hay ruidos, pero es útil y cumple sus necesidades. Puede que quizás no entienda todo este movimiento de la estética en las manualidades porque toda la vida cuando he hecho algo he ido a la caja de herramientas de mi padre, o a la caseta donde él tenía las herramientas y he construído, y no he necesitado que fueran bonitos.

Conclusiones: qué el lugar donde almacenas tus materiales y herramientas sea práctico y útil por encima de bonito, si puede ser ambos, pues mejor, y qué todo lo que tienes en tu taller sean cosas que tienes porque las necesitas para tus proyectos, no para enseñarlas a los demás y luego no usarlas. 

Nota: este supuesto no me ha pasado a mí, qué es lo que siempre creéis cuando hago una entrada dando una opinión sobre lo que veo a diario. Está ahí fuera, por todas partes, en comentarios en vídeos.

2 comentarios:

Soldadito Marinero dijo...

yo soy más de práctico, y un desastre en orden :)

Isabel Galiot dijo...

Pues yo un poco también, jejeje.

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